La ciberseguridad es la práctica de proteger computadoras, servidores, dispositivos móviles, sistemas electrónicos, redes y datos de ataques maliciosos. También se la conoce como seguridad de las tecnologías de la información o seguridad de la información electrónica. El término se utiliza en diferentes contextos, desde negocios hasta informática móvil, y se puede dividir en algunas categorías comunes.
La seguridad de red es la práctica de proteger una red informática de los intrusos, ya sean atacantes dirigidos o malware oportunista.
La seguridad de las aplicaciones se enfoca en mantener el software y los dispositivos libres de amenazas. Una aplicación afectada podría brindar acceso a los datos que está destinada a proteger. La seguridad eficaz comienza en la etapa de diseño, mucho antes de la implementación de un programa o dispositivo.
La seguridad de la información protege la integridad y la privacidad de los datos, tanto en el almacenamiento como en el tránsito.
La seguridad operativa incluye los procesos y decisiones para manejar y proteger los recursos de datos. Los permisos que tienen los usuarios para acceder a una red y los procedimientos que determinan cómo y dónde pueden almacenarse o compartirse los datos se incluyen en esta categoría.
La recuperación ante desastres y la continuidad del negocio definen la forma en que una organización responde a un incidente de ciberseguridad o a cualquier otro evento que cause que se detengan sus operaciones o se pierdan datos. Las políticas de recuperación ante desastres dictan la forma en que la organización restaura sus operaciones e información para volver a la misma capacidad operativa que antes del evento. La continuidad del negocio es el plan al que recurre la organización cuando intenta operar sin determinados recursos.
La capacitación del usuario final aborda el factor de ciberseguridad más impredecible: las personas. Si se incumplen las buenas prácticas de seguridad, cualquier persona puede introducir accidentalmente un virus en un sistema que de otro modo sería seguro. Enseñarles a los usuarios a eliminar los archivos adjuntos de correos electrónicos sospechosos, a no conectar unidades USB no identificadas y otras lecciones importantes es fundamental para la seguridad de cualquier organización.
La extensión de las ciberamenazas
Las ciberamenazas mundiales siguen desarrollándose a un ritmo rápido, con una cantidad cada vez mayor de filtraciones de datos cada año. En un informe de RiskBased Security, se reveló que unos alarmantes, 7900 millones de registros han sido expuestos por filtraciones de datos solo en los primeros nueve meses del 2019. Esta cifra es más del doble (112, %) de la cantidad de registros expuestos en el mismo período durante el 2018.
Los servicios médicos, los minoristas y las entidades públicas fueron los que sufrieron más filtraciones, y los delincuentes maliciosos fueron los responsables de la mayoría de los incidentes. Algunos de estos sectores son más atractivos para los cibercriminales, ya que recopilan datos financieros y médicos, aunque todas las empresas que utilizan las redes pueden ser atacadas para robarles datos de clientes, hacer espionaje corporativo o lanzar ataques a sus clientes.
Dado que las dimensiones de la amenaza cibernéticas seguirán aumentando, el gasto global en soluciones de seguridad cibernética también crecerá en proporción. Gartner predice que el gasto mundial en ciberseguridad alcanzará los 188 300 millones de dólares en 2023 y sobrepasará los 260 000 millones en 2026. Los gobiernos de todo el mundo han respondido a las crecientes ciberamenazas con orientaciones para ayudar a las organizaciones a aplicar prácticas eficaces de ciberseguridad.
En Estados Unidos, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha creado un marco de ciberseguridad. Para contrarrestar la proliferación de código malicioso y ayudar en la detección temprana, en el marco se recomienda el monitoreo continuo y en tiempo real de todos los recursos electrónicos.
Tipos de ciberamenazas
Las amenazas a las que se enfrenta la ciberseguridad son tres:
El delito cibernético incluye agentes individuales o grupos que atacan a los sistemas para obtener beneficios financieros o causar interrupciones.
Los ciberataques a menudo involucran la recopilación de información con fines políticos.
El ciberterrorismo tiene como objetivo debilitar los sistemas electrónicos para causar pánico o temor.
Pero, ¿cómo consiguen los agentes malintencionados el control de los sistemas informáticos? Estos son algunos de los métodos comunes utilizados para amenazar la ciberseguridad:
Malware
“Malware” se refiere al software malicioso. Ya que es una de las ciberamenazas más comunes, el malware es software que un cibercriminal o un hacker ha creado para interrumpir o dañar el equipo de un usuario legítimo. Con frecuencia propagado a través de un archivo adjunto de correo electrónico no solicitado o de una descarga de apariencia legítima, el malware puede ser utilizado por los ciberdelincuentes para ganar dinero o para realizar ciberataques con fines políticos.
Hay diferentes tipos de malware, entre los que se incluyen los siguientes:
Virus: un programa capaz de reproducirse, que se incrusta un archivo limpio y se extiende por todo el sistema informático e infecta a los archivos con código malicioso.
Troyanos: un tipo de malware que se disfraza como software legítimo. Los cibercriminales engañan a los usuarios para que carguen troyanos a sus computadoras, donde causan daños o recopilan datos.
Spyware: un programa que registra en secreto lo que hace un usuario para que los cibercriminales puedan hacer uso de esta información. Por ejemplo, el spyware podría capturar los detalles de las tarjetas de crédito.
Ransomware: malware que bloquea los archivos y datos de un usuario, con la amenaza de borrarlos, a menos que se pague un rescate.
Adware: software de publicidad que puede utilizarse para difundir malware.
Botnets: redes de computadoras con infección de malware que los cibercriminales utilizan para realizar tareas en línea sin el permiso del usuario.
Inyección de código SQL
Una inyección de código SQL (por sus siglas en inglés Structured Query Language) es un tipo de ciberataque utilizado para tomar el control y robar datos de una base de datos. Los cibercriminales aprovechan las vulnerabilidades de las aplicaciones basadas en datos para insertar código malicioso en una base de datos mediante una instrucción SQL maliciosa. Esto les brinda acceso a la información confidencial contenida en la base de datos.
Phishing
El phishing es cuando los cibercriminales atacan a sus víctimas con correos electrónicos que parecen ser de una empresa legítima que solicita información confidencial. Los ataques de phishing se utilizan a menudo para inducir a que las personas entreguen sus datos de tarjetas de crédito y otra información personal.
Ataque de tipo “Man-in-the-middle”
Un ataque de tipo “Man-in-the-middle” es un tipo de ciberamenaza en la que un cibercriminal intercepta la comunicación entre dos individuos para robar datos. Por ejemplo, en una red Wi-Fi no segura, un atacante podría interceptar los datos que se transmiten desde el dispositivo de la víctima y la red.
Ataque de denegación de servicio
Un ataque de denegación de servicio es cuando los cibercriminales impiden que un sistema informático satisfaga solicitudes legítimas sobrecargando las redes y los servidores con tráfico. Esto hace que el sistema sea inutilizable e impide que una organización realice funciones vitales.
Ciberamenazas más recientes
¿Cuáles son las ciberamenazas más recientes contra las que deben protegerse las personas y las organizaciones? A continuación, se presentan algunas de las ciberamenazas más recientes comunicadas por los gobiernos de Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.
Malware Dridex
En diciembre del 2019, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DoJ) imputó al líder de un grupo de cibercriminales organizados por su participación en un atacaque global de malware Dridex. Esta campaña malintencionada afectó al público, al gobierno, a la infraestructura y a las empresas de todo el mundo.
Dridex es un troyano financiero que posee diferentes funcionalidades. Desde el 2014, afecta a las víctimas e infecta a las computadoras a través de correos electrónicos de phishing o malware existente. Es capaz de robar contraseñas, datos bancarios y datos personales que pueden utilizarse en transacciones fraudulentas, y ha causado pérdidas financieras masivas que suman cientos de millones de dólares.
En respuesta a los ataques de Dridex, el Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido aconseja a las personas que “se aseguren de que los dispositivos estén actualizados y los antivirus estén activados y actualizados, y de que se realicen copias de seguridad de los archivos”.
Estafas románticas
En febrero del 2020, el FBI advirtió a los ciudadanos de EE. UU. que tuvieran cuidado con el fraude a la confianza que los cibercriminales cometen a través de sitios de citas, salas de chat y aplicaciones. Los perpetradores se aprovechan de las personas que buscan nuevas parejas y engañan a las víctimas para que proporcionen sus datos personales.
El FBI informa que las ciberamenazas románticas afectaron a 114 víctimas de Nuevo México durante 2019, cuyas pérdidas financieras sumaron 1 600 000 dólares.
Malware Emotet
A finales del 2019, el Centro Australiano de Seguridad Cibernética advirtió a las organizaciones nacionales sobre la ciberamenaza mundial generalizada del malware Emotet.
Emotet es un sofisticado troyano que puede robar datos y también cargar otros malware. Emotet se aprovecha de las contraseñas poco sofisticadas y es un recordatorio de la importancia de crear una contraseña segura para protegerse de las ciberamenazas.
Protección del usuario final
La protección del usuario final o la seguridad de endpoints es un aspecto fundamental de la ciberseguridad. Después de todo, a menudo es un individuo (el usuario final) el que accidentalmente carga malware u otra forma de ciberamenaza en su equipo de escritorio, laptop o dispositivo móvil.
Por tanto, ¿de qué manera protegen las medidas de ciberseguridad a los usuarios finales y los sistemas? En primer lugar, la ciberseguridad depende de los protocolos criptográficos para cifrar los correos electrónicos, archivos y otros datos críticos. La ciberseguridad no solo protege la información en tránsito, también ofrece protección contra las pérdidas o el robo.
Además, el software de seguridad del usuario final analiza las computadoras para detectar código malicioso, pone en cuarentena este código y lo elimina del equipo. Los programas de seguridad pueden incluso detectar y eliminar el (MBR) y están diseñados para cifrar o borrar datos del disco duro de la computadora.
Los protocolos de seguridad electrónica también se enfocan en la detencción de malware en tiempo real. Muchos utilizan el análisis heurístico y de comportamiento para monitorear el comportamiento de un programa y su código para defenderse de virus o troyanos que pueden cambiar de forma con cada ejecución (malware polimórfico y metamórfico). Los programas de seguridad pueden restringir los programas que puedan ser maliciosos en una burbuja virtual separada de la red del usuario para analizar su comportamiento y aprender a detectar mejor las nuevas infecciones.
Los programas de seguridad continúan desarrollando nuevas defensas mientras los profesionales de la ciberseguridad identifican nuevas amenazas y formas de combatirlas. Para aprovechar al máximo el software de seguridad del usuario final, los empleados deben aprender a utilizarlo. Lo fundamental es mantenerlo en funcionamiento y actualizarlo con frecuencia para que pueda proteger a los usuarios de las ciberamenazas más recientes.
Consejos de ciberseguridad: protéjase de los ciberataques
¿Cómo pueden las empresas y las personas protegerse contra las ciberamenazas? A continuación, presentamos nuestros mejores consejos de ciberseguridad:
Actualizar el software y el sistema operativo: esto significa que aprovechará las últimas revisiones de seguridad.
Utilizar software antivirus: las soluciones de seguridad, como Kasperky Premium, detectarán y eliminarán las amenazas. Mantenga su software actualizado para obtener el mejor nivel de protección.
Utilizar contraseñas seguras: asegúrese de que sus contraseñas no sean fáciles de adivinar.
No abrir archivos adjuntos de correos electrónicos de remitentes desconocidos: podrían estar infectados con malware.
No hacer clic en los vínculos de los correos electrónicos de remitentes o sitios web desconocidos: es una forma común de propagación de malware.
Evitar el uso de redes Wi-Fi no seguras en lugares públicos: las redes no seguras lo dejan vulnerable a ataques del tipo “Man-in-the-middle”.
Conclusión
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberseguridad se ha convertido en un componente esencial para proteger la información y los sistemas de ataques maliciosos. La evolución constante de las amenazas cibernéticas exige una vigilancia continua, el uso de tecnologías avanzadas y la educación de los usuarios para mitigar los riesgos.
Implementar buenas prácticas, como la actualización regular de software, la adopción de políticas de seguridad robustas y la concienciación sobre los peligros en línea, es crucial para salvaguardar la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos. La ciberseguridad no es solo una responsabilidad tecnológica, sino una obligación compartida por individuos, empresas y gobiernos para garantizar un entorno digital seguro y resiliente.
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